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Uno de los principales gastos de las economías familiares y de las personas consumidoras en general es el destinado a la alimentación. Una buena alimentación es requisito imprescindible para tener una vida sana. Pero, ¿Sabemos realmente lo que comemos? ¿Conocemos las características de los productos que compramos?

Para poder responder a estas preguntas es preciso conocer el etiquetado de los productos alimentarios. Puede decirse que el etiquetado de los alimentos es algo así como "su tarjeta de presentación", y nos facilitan una valiosa información sobre sus ingredientes, si contienen o no aditivos y otras sustancias añadidas, sus propiedades, su valor nutricional, su fecha de caducidad, etc.

Además, atender al etiquetado también es importante cuando adquirimos cualquiera otro producto -electrodomésticos, cosméticos, ropa, calzado- porque a través del etiquetado podemos conocer sus principales características, componentes, lugar de fabricación y, en general, toda la información necesaria para saber que se trata del producto adecuado a nuestras necesidades.

Conocer la importancia del etiquetado nos convierte en consumidores informados, capaces de decidir de manera consciente sobre los alimentos y los productos que estamos consumiendo cada día.

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